viernes, 13 de septiembre de 2013

En esto de admirarse frente a la entrega y la confianza del que busca ayuda

Después de una linda primera sesión de terapia hoy, me vuelvo a admirar frente a la confianza y generosidad de una persona que viene a pedir ayuda. Como abre su vida y su historia con la esperanza y expectativa de poder llevarse una nueva mirada, una posibilidad...


Me admiro frente al ser humano, a su vulnerabilidad y el sueño de poder vivir mejor.

Se me aparece esto de acompañar a ese otro a re mirar sus mayores dolores, de explorar su fragilidad y descubrir sus recursos y posibilidades. De soñar juntos hasta donde es posible llegar,  y trabajar por aún más.

Me admiro además del poder de la relación, de como una relación poderosa y colaborativa, es el piso para trabajar en conjunto.

Vuelvo a mirar esto mismo, me maravillo frente a las posibilidades que aparecen ahí, y vuelvo a encantarme en la psicoterapia y el coaching.

Fuero paternal

Me quedo hace días en la necesidad de revisar la situación laboral de los hombres frente al nacimiento de un hijo. Hemos avanzado en esto de compartir el post natal, pero la intensa situación familiar que se produce con la llegada de un hijo queda desprotegida frente a la falta de protección
del trabajo de los hombres. Aparece esto en mi al enterarme del despido de un papá con un hijo de pocas semanas, la ley ofrece y ampara a la mujer embarazada y después del parto asegurando su trabajo, pero deja a la familia en tremendo riesgo si el trabajo del hombre no tiene alguna mínima seguridad.

El nacimiento del hijo implica horas de falta de sueño y la inevitable baja de rendimiento del hombre que trabaja, es esperable, entendible y  ha afectado a millones de hombres. Independiente de la alegría del nacimiento existe una crisis familiar y un periodo de ajuste normal que afecta inevitablemente el desempeño en el trabajo, si esto se traduce en un despido, la familia en proceso de ajuste tiene que enfrentar una nueva y tremenda dificultad.

Se me hace presente que poner estos temas en nuestras conversaciones y ojalá en la posibilidad de legislar sobre esto es central.

Buscando espacios de mejora y aprendizaje en procesos de evaluación

Frente a la tarea de "calificar" a mi equipo, una vez más, como todos los años, me resisto a limitarme a una pauta restrictiva, poco clara y subjetiva. Pauta que se aleja infinitamente de lo que me parece es central en un proceso de evaluación que es ofrecer a la persona un espacio de mirar y reforzar  las conductas que son un aporte al equipo, destacar lo que sobresale y discutir espacios de mejora y posibilidades de aprendizaje.
Esto requiere para mi diseñar un espacio conversacional, que asegure un tiempo e idealmente una emocionalidad que favorezca la reflexión, apoye el refuerzo y lleve al cambio.

Los procesos que incluyen competencia en los equipos en función de un premio no apoyan esto, generan un intento por que lo negativo no sea notado ni evaluado, y se pierde la posibilidad de buscar espacios de mejora.

Se me ocurre y propongo, después de este último proceso en que decidí probar algo nuevo, entregar esta misma pauta para que cada miembro del equipo haga una evaluación propia para trabajarla posteriormente en una conversa.

Me sorprendí al encontrar en todas las evaluaciones una mirada mucho más critica que la que yo hago como líder, con claros espacios de mejora y desafíos personales, pudimos establecer e identificar recursos y lo más destacables, así como espacios a mejorar, necesidades de aprendizaje y desafíos. Saber que esta evaluación sólo sería considerada para este trabajo personal y esta conversación, permitió la libre auto evaluación de competencias. En lo formal, es decir la entrega de esta calificación a la institución  mantuve la calificación hecha por mi, con menos exigencias y que le permite a cada uno competir por los premios. 

Estas mismas conversas incluyeron un espacio de evaluación a mi rol como líder de equipo y en qué puedo aportar al trabajo de cada uno, complementando así mi propia evaluación y permitiendo el aprendizaje en mi.

Comparto la experiencia ya que por primera vez en varios años, siento que participé de un proceso de calificación que permite el aprendizaje personal y el crecimiento real del equipo.


viernes, 30 de agosto de 2013

Educando emociones

Fruto de una disfrutada conversa en el trabajo hoy reaparece la reflexión en la que me he visto envuelta las ultimas semanas gracias a que  por diferentes vías, artículos y documentos me he ido metiendo en la validación y la regulación emocional. Me quedo centralmente hoy con el foco de la capacitación emocional
que como padres podemos brindar a nuestros hijos desde la lectura de lo que John Gottman propone en su libro “Los Mejores Padres”, en el que describe lo que según sus investigaciones es La Clave para educar niños emocionalmente inteligentes, entregando formas prácticas y concretas de cómo acompañar a nuestros hijos en el descubrimiento y manejo emocional. Los efectos son claros, los padres que participan activamente en educar a sus hijos en el mundo emocional les regalan una mayor flexibilidad, y si bien siguen experimentando las mismas emociones, tienen mas sentimientos positivos y menos negativos, y aprenden la caapacidad de calmarse a si mismos.

Me parece que esto es central, cuántas veces, por diferentes y muy validas razones, cansancio, historia personal o simplemente por desconocimiento de que hacer frente a un niño invadido por una emoción intensa, cometemos el error de trivializar, ignorar o intentar cambiar el foco de atención de esa emoción, u otras simplemente emitimos una critica de la misma? Que transmitimos con esto? El niño asume que lo que siente NO ES VALIDO, y va a prendiendo a dudar de lo que siente y percibe, dando mayor valor a lo que siente o percibe el otro para relacionarse con el mundo, educamos así niños inseguros y con muy mal manejo de su mundo emocional.

Me quedo en la reflexión de manejo emocional que nosotros mismos tenemos como adultos, de emociones intensas que también nos invaden y que tenemos muchas veces dificultades para regular, y vuelvo a esto que se hace con los niños hoy, cuando al verlos desregulados o con una emoción intensa se les  exige un “tiempo fuera” y se les pide que evalúen lo que pasó o se “autoregulen”. Me pregunto si esto será realmente posible de lograr sin ayuda y acompañamiento, me imagino el dolor que debe aparecer al ser dejado solo, “pensando”, con escasas herramientas para hacer esto proceso solo, invadido por una emoción intensa, y me aparece la sospecha que ese niño debe sentir una tremenda soledad y sensación de no ser comprendido.  Cuando intentamos comprender la experiencia emocional de nuestro hijos se sienten apoyados, cuando guardamos las criticas, no minimizamos sus sentimientos ni tratamos de distraerlos nos abren las puertas de su mundo y confían en nosotros.

Ref: Libro Los mejores padres, de John Gottman

viernes, 19 de julio de 2013

Tiempos de familia

Vuelvo a una reflexión que me ronda hace meses, en cómo  no ha aparecido en las discusiones públicas de la política nacional, un tema, que a  mi juicio, mantiene una situación permanente de desigualdad entre los trabajadores chilenos.  Y vuelvo a la reflexión permanentemente, probablemente reforzada por que las desigualdades se discuten hoy en todos los espacios sociales y privados disponibles.

Durante los últimos años se han aprobado leyes que han ido aumentando el número de días feriados  en nuestro calendario, apareciendo en la discusión publica de tanto en tanto , especialmente acercándose el mes de septiembre frente a la posibilidad de contar con varios días de descanso y celebración. Esos feriados que han ido aumentado llegan hoy a 14 días por año.

Me quedo en la injusto que es para muchos trabajadores chilenos que no tiene derecho a disfrutar de este tiempo de descanso personal y de compartir en familia, chilenos que trabajan por turnos, en empresas de servicios, en el mundo de salud y en muchos otros, que en algunos casos pueden disfrutar de los escasos feriados obligatorios que establece la ley, y en muchos otros deben cumplir un rigurosos sistema de turnos que no reconoce diferencias entre un día y otro.

Y me quedo y sueño con la posibilidad que esta vez la ley se dirija a potenciar tiempos de descanso y de familia en forma mas homogénea, en los beneficios familiares y personales de unificar los tiempos de descanso, de hacer una oferta diferente a las familias chilenas, sueño con la posibilidad de legislar con un foco diferente, y me quedo con la propuesta de revisar nuestros feriados uno a uno, pensando en eliminar algunos y cambiarlos por tiempos programables para cada trabajador.

Como sería esto? Eliminar algunos feriados, que hoy benefician a parte de la población y agregar 5 días a las vacaciones que hoy tienen los trabajadores. Frente a los días de vacaciones cada persona  tiene la posibilidad de programarse, de disfrutar un tiempo en familia o un tiempo en soledad, eliminando la desigualdad que son hoy los tiempos de descanso que ofrecen los feriados de nuestro calendario.

Desde mi mirada esto debiera ser un beneficio para muchos, partiendo por todos esos trabajadores que están imposibilitados de disfrutar de un fin de semana largo en familia, de un día de descanso y trabajan mientras el resto del país disfruta en días feriados.

Estoy convencida que esta es una medida que apunta directamente  la calidad de vida de los trabajadores y sus familias, y que sin duda, sigue dejando sin beneficios a los trabajadores independientes  que no tiene derechos a vacaciones pagadas, el desafío siguiente es ir avanzando en medidas que incluyan también el descanso para este grupo.

viernes, 12 de julio de 2013

Ser Médico

En esto de sentarme, escribir y ver que hay.
Me siento y busco en mis reflexiones respecto a esto de ser médico y la medicina y me quedo en el qué me constituye como médico.

Y vuelvo a esto de que ser médico es mucho más que un alto y gran número de conocimientos y competencias, ser médico requiere de un otro que me reconozca como tal, que le de sentido a esa identidad y me permita llevar a cabo mi quehacer y determinadas acciones en pro de su salud. No hay quehacer médico posible sin un paciente a tratar. Reafirmo esta profunda creencia que este rol depende de un otro activo que le de valor a esto que soy.

Y me quedo en el ser "buen médico",  en esa evaluación, y doy vueltas ahí, y aparece que a mi juicio un buen médico no sólo depende de conocimientos y técnicas , no sólo depende de hacer un diagnóstico certero e indicar un buen tratamiento, el buen médico es aquel capaz de sanar a aquel que lo elige de aquello que lo aqueja, y para esto, necesita de un otro activo, participando, y dispuesto a llevar a cabo aquello que se le indicó.

Que se necesita para que esto suceda? A mis ojos, que el otro me crea, que le de valor a aquello que le propongo y que de esa manera este dispuesto a seguirlo. Lo subjetivo toma valor aquí, el valor de las expectativas, de como fue la derivación, quien la hizo y que dijo, y sobre todo el valor de lo relacional y de habilidades interpersonales del médico en si. El como construye una relación colaborativa y de confianza en ocasiones en pocos minutos determinará  la adherencia a lo que propone, y es así como los resultados del tratamiento y la evaluación de su arte se juegan en esta relación.