viernes, 12 de julio de 2013

Ser Médico

En esto de sentarme, escribir y ver que hay.
Me siento y busco en mis reflexiones respecto a esto de ser médico y la medicina y me quedo en el qué me constituye como médico.

Y vuelvo a esto de que ser médico es mucho más que un alto y gran número de conocimientos y competencias, ser médico requiere de un otro que me reconozca como tal, que le de sentido a esa identidad y me permita llevar a cabo mi quehacer y determinadas acciones en pro de su salud. No hay quehacer médico posible sin un paciente a tratar. Reafirmo esta profunda creencia que este rol depende de un otro activo que le de valor a esto que soy.

Y me quedo en el ser "buen médico",  en esa evaluación, y doy vueltas ahí, y aparece que a mi juicio un buen médico no sólo depende de conocimientos y técnicas , no sólo depende de hacer un diagnóstico certero e indicar un buen tratamiento, el buen médico es aquel capaz de sanar a aquel que lo elige de aquello que lo aqueja, y para esto, necesita de un otro activo, participando, y dispuesto a llevar a cabo aquello que se le indicó.

Que se necesita para que esto suceda? A mis ojos, que el otro me crea, que le de valor a aquello que le propongo y que de esa manera este dispuesto a seguirlo. Lo subjetivo toma valor aquí, el valor de las expectativas, de como fue la derivación, quien la hizo y que dijo, y sobre todo el valor de lo relacional y de habilidades interpersonales del médico en si. El como construye una relación colaborativa y de confianza en ocasiones en pocos minutos determinará  la adherencia a lo que propone, y es así como los resultados del tratamiento y la evaluación de su arte se juegan en esta relación.

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